
Megan aparece apoyada en la pared, con un vestido con la espalda al aire, y sólo le vemos un tatuaje. En las páginas interiores tenemos la misma foto, con fondo blanco en vez de azul (más photoshop, pero del guay) y ahí sí que está el tatuaje gigante. ¡Pero bueno! ¿Qué es esto?
“Y aquellos que fueron vistos bailando fueron considerados locos por quienes no podían oír la música”, esa frase del filósofo alemnán Nietzsche es lo que pone en el tatu que no parece adecuado para la portada. Pues no lo entiendo, casi me gusta más que la de “Nos reiremos de las mariposas doradas”, del escritor Shakespeare. Con todos mis respetos a Shakespeare.
Os dejo con las demostraciones de lo que ha pasado. ¿Qué os parece? A mi me parece que desde que la vimos quitarse el tatuaje de Marilyn Monroe, lo que ella quiere es ser una chica no tatuada. Pues Megan, mona, haberlo pensado antes…
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